Diógenes en mi mochila

Empiezo cualquier día con dolor de estómago. Este cóctel de pastillas me va a crear una úlcera. Y la bilis que me trago cada día más. Las injusticias me atacan al estómago. El fascismo, la idiotez y la ignorancia…

Cristobal Soria, ese gilipollas que se atreve decir en «telecirco» en hora de máxima audiencia, que «se acabó la sequía en Sevilla, que ya podemos llenar las piscinitas». ¿Se puede ser más idiota? Con toda seguridad sí.

Bueno, a lo que vamos, porque entonces no terminaríamos nunca si me paro a hablar de todos los gilipollas, con actitudes canallescas y de incitación al odio, como Hector Socas, ese personaje descerebrado que se dice «científico» y que no es más que un gilipollas malintencionado que rezuma odio, rusofobia y chinofobia por donde pasa. Aunque sea en su podcast de «¿ciencia?».

Hoy os traigo unas fotitos que no son más que la purga de un montón de otras muchas fotos sobre las que he cambiado la mirada y sobre las que recaen -o atribuyo- vagos recuerdos, como trocitos de cristal roto, como diría el poeta.

No se pueden hacer fotografías como Miroslav Tichy sin ser Miroslav Tichy, pero sí se pueden hacer buenas foto sin ser un buen fotógrafo. Vete al «cutre inglés» con tu billetera, cómprate el último grito en cámaras fotográficas. Sí, esas que has visto en videos de Youtube cuando el «fotógrafo Youtuber» de turno procede al desempaquetado -en inglés unboxin- del último regalito de la marca que lo patrocina.

Después vete, con la misma billetera llena, a la agencia de viajes de tu preferencia y contrata un buen viaje, de esos que no puede pagar cualquiera y que te lleva a países exóticos y maravillosos. No se te olvide llevar tu nueva cámara.

Al volver tendrás magníficas fotos aunque no tengas ni puta idea de fotografía, dignas de su publicación en Foto DNG, Behance y sitios por el estilo.

Esas fotos me repugnan.